Taller de juegos en Buenos Aires





Este taller, realizado junto a los colectivos ‘Les Salonnières’ (Barcelona) y ‘a77’ (Buenos Aires), fue un trabajo colectivo para la ideación y construcción de un juego infantil en el entorno del Galpón Cultural PiedraBuenArte (GCPBA) de Buenos Aires. El GCPBA es un centro autogestionado de formación, producción y entretenimiento para los vecinos del barrio Luis Piedra Buena, un entorno urbano con importantes problemas socioeconómicos. Los objetivos del centro son generar vínculos y dinámicas sociales a partir de la cohesión que promueven sus acciones artísticas y culturales.


Partiendo de esta voluntad, ‘Taller de Juegos’ se planteó como una oportunidad para construir un nuevo lugar de encuentro en el barrio y para vincular al GCPBA con distintas instituciones educativas locales y de la ciudad.


El taller se ejecutó en dos partes de una semana cada una. La primera parte, ‘Imaginar el Juego’, consistió en trabajar, con distintos grupos de alumnos de primaria, en torno al concepto de ‘Juego’. Se realizaron diversas actividades lúdicas alrededor del GCPBA intercaladas con sesiones de trabajo. Durante esta primera parte del taller, surgieron ideas, deseos y diseños preliminares para la posterior construcción del juego infantil. 


La segunda parte, ‘Construir el Juego’ coordinada por los arquitectos ‘a77’ y Pau Faus, contó con la participación de estudiantes universitarios, principalmente de arquitectura. 


El objetivo era interpretar las ideas vertidas durante la primera semana de trabajo y tratar de construirlas. Para ello se realizaron las pertinentes reuniones con los ‘clientes’ (en este caso los niños y niñas de primaria) y se estudió el modo de formalizar sus demandas. El punto en común era su voluntad de que el juego fuera un circuito que aglutinará distintas posibilidades: trepar, deslizarse, gritar, balancearse, saltar, etc. Con los materiales que teníamos a mano hicimos algunas pruebas y prototipos en el interior del GCPBA. A partir de allí se adquirió el material constructivo que consideramos necesario (en algunos casos se compró y en otros fue cedido por los vecinos del barrio). Una vez iniciada la construcción, la constante presencia de niños curiosos y ansiosos a nuestro alrededor, nos permitió ‘testear’ continuamente las distintas partes del juego. El trabajo se terminó en cinco días. Hubo poco tiempo para anticipar decisiones y el resultado final surgió sobre la marcha.


Una vez concluido el juego, se organizó una jornada de inauguración. Durante ese día, los alumnos de las tres escuelas del barrio visitaron el juego y comprobaron de primera mano si algo de lo que habían imaginado se había construido. 
























Fuentes:
http://paufaus.net/portfolio/taller-de-juegos/

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